miércoles, 26 de mayo de 2010

Bajo “sospecha razonable”

La nueva ley de Arizona que están considerando adoptar otros 19 estados exige a las fuerzas policiales que detengan a cualquier individuo en función de una “sospecha razonable” de inmigración ilegal. ¿A qué se atiene tal “sospecha”? ¿cuáles son los grados, insinuaciones, tonos de piel, movimientos, gestos que pueden hacer pensar a un policía que cierta persona no está documentada? Y de proceder, muy posiblemente siguiendo un instinto recogido en películas e imágenes y números que señalan a los mexicanos como principales culpables del delito de querer subsistir, del delito de realizar un trabajo que una entidad estadounidense les ha otorgado, bajo mínimo salario, bajo condiciones infrahumanas y sin derecho alguno, más bien con deberes: el de pagar impuestos, el de permanecer invisibles, el de no protestar y cuestionar sus pésimas condiciones… Y de proceder, repito, a la identificación intuitiva, y aproximarse el policía a la persona o familia y exigir documentación, ignorando los principios fundamentales de la constitución y de los derechos civiles, ignorando la cualidad del propio policía de inmigrante, como inmigrantes son todos los llamados “americanos” en este país… Y de proceder y encontrarse que la persona carece de carnet de conducir, de libro de familia, de certificado de nacimiento, esa tiranía de los papeles que nos exige determinado perfil, de acuerdo con una práctica tácita de ordenación y conformidad. Entonces, vería o no acaso que esa muchacha podría ser su esposa; que esa madre cocina los platos que a él más le gustan; que ese muchacho disfruta exactamente el mismo tipo de baladas que por la noche el policía escucha, desprendido por fin del impersonal uniforme. Pero será el caso que el código de conducta siga repercutiendo en los papeles, los escritos, las leyes voraces que construyeron también en este mismo país la tiranía de la segregación hace demasiado poco tiempo, y será llevada, muchacha, madre o varón, a prisión sin paliativos. Hay que luchar por la humanidad, por el principio básico de existir, de ser gente, y además gente buena, criminalizada tan sólo por querer trabajar. Hay que luchar para evitar caer de nuevo en la red de la segregación, que distingue entre categorías de personas en función de una sospecha en absoluto razonable. Denunciemos abiertamente la práctica del SB 1070 en Arizona y en cualquier estado que pretenda desempolvar el despropósito del racismo. Vengan todos a formar parte de la denuncia nacional que en Burlington tendrá lugar el sábado día 29 de mayo, en frente del ayuntamiento, a las 12:00.

En solidaridad.

1 comentario:

Marta Raquel Zabaleta dijo...

Me pareció excelente este artículo ,y lo reproduciré en todos mis blogs/foros,ademas de entre mis contactos directos via email
En realidad,aqui(Reino Unido),no
se habla para nada de esto, y hasta poco no sabía yo misma en que consiste la famosa (y repudiable)'Ley de Arizona'.

Gracias por concientizarme,
Tina Escaja.

Un fuerte abrazo

Marta Zabaleta
Londres.
7 de junio