Hace unos días Mariana comentó sobre las redadas que el ICE (alias "la migra") había realizado en algunas granjas lecheras del estado. Hoy yo quiero contarles un poco sobre cómo se lo toman y/o cómo les afecta a los compas que trabajan en ellas estas acciones. Pero para que comprendamos mejor esto quizás sea una buena idea primero comentarles en qué condiciones viven y trabajan en tales granjas.
Después de cruzar con un "coyote" el desierto o el río, de saltar el muro o de correr por los puentes (etcétera) para introducirse a este país, un "raitero" (= la persona que da el "raite", es decir el ride) los lleva a su destino final, así ese destino esté a tres mil millas de distancia, como Vermont... Son días en una furgoneta durante los cuales cualquier pequeño accidente o mala suerte los puede poner en manos de la "migra". Pero vamos a suponer que llegaron a Vermont, un lugar que no podrían identificar en un mapa porque ellos solamente pagaron al raitero para que los trajera aquí, dondequiera que el "aquí" estuviera.
Aquí, el raitero o el conocido, pariente, amigo, etc. que le abrió camino lo conducirá a la granja lechera que lo necesita, y ahí comienza su nueva vida clandestina, insegura, sujeta a posible explotación, solitaria, dura.
Es verdad que se puede ganar "mucho" dinero ordeñando vacas, limpiando establos, procesando leche, llenando graneros, haciendo toda la labor que lleva los productos lácteos a nuestras mesas, pero lo que no sabemos es que tras la leche "vermontesca" y sus derivados hay manos, piernas y espaldas morenas que no se detienen ni un solo día durante la semana... porque la gran mayoría de granjas no da un día libre a sus trabajadores: el que está en mejores condiciones tiene un sábado o domingo libre cada tres semanas.
A estos compitas ciertamente su patrón les da gratis el tráiler o la casa donde viven 3, 5, 8 trabajadores juntos. También es verdad que no pagan por luz, calefacción, basura, etc. y que con eso se ahorran al menos una tercera parte de lo que quienes no tenemos tales prestaciones ("benefits") gastamos mes con mes, pero... su salario es de 6 a 8 dólares la hora para los trabajadores sin destrezas especiales (o sea la mayoría de ellos), no tienen -como dije antes- un día PAGADO libre durante la semana, y como no tienen ningún medio de locomoción, ni siquiera lo quieren (¿para qué? ¿qué harían? ¿a dónde irían? ¿a quién visitarían?)
Así, tenemos compas trabajando de 60 a 75, 80 horas por semana durante el verano, cuando hay horas largas iluminadas, cuando el pasto crece y tiene que cortarse para alimentar al ganado durante el invierno, y tenemos también compas encerrados horas larguísimas y oscuras en estos días, sus horas reducidas a 50 o 60, y apenas viendo el sol desde la ventanita de su "traila". Y ahí están, con sus 400 dólares cada semana, preocupados porque el patrón no puede o no quiere llevarlos al pueblo para que envíen plata a su familia a través de Western Union, para que compren su comida de la semana en Hannafords, para que vean otra cosa que no sea el mismo pinche campo, las mismas pinches vacas, la misma pinche gente, el mismo pinche espacio de siempre. ¿Y qué pueden hacer entonces? Meterse el dinero en el bolsillo, cargarlo con ellos todo el tiempo -temerosos de perderlo, de que se lo roben, de que a alguien le entre la codicia- hasta que alguien por fin los transporte... o que consigan a un "raitero" que les cobre 50, 100 dólares por el servicio.
La posibilidad de comprar un coche no existe para ellos: sin una identificación, sin "papeles", el DMV no les dará ninguna licencia para conducir. Los poquísimos que manejan es porque tienen una licencia de North Carolina o de Nueva York cuando tal derecho existía en esos estados, pero el resto simplemente depende de la buena voluntad de sus patrones, voluntarios y/o amigos que sí tengan papeles...
Ésa es su situación... ahora añádanle que no basta con vivir encerrado, sin derechos, sin poder transitar libremente, sin la familia, solo, del carajo, sino que encima algún idiota sin nada que hacer en las oficinas de ICE en St. Albans decide que hay que hacer un chequeo de papeles en las granjas. Y ahí tendremos a nuestros compitas con la angustia de a ver en qué momento les cae la "migra" encima, se los lleva nadie sabe a dónde (porque no hay un lugar claro, específico donde se lleven a todos sino que tiene uno que andar investigando cuál fue su destino cuando alguien ha sido agarrado), perdiendo sus mínimas pertenencias, y con su dinero del bolsillo en riesgo de que cualquiera se lo quite.
Y es cuando uno tiene que pensar: están trabajando mientras muchos nacionales solamente cobran el "welfare" alegando que no hay empleo; están pagando impuestos (contrariamente a lo que se dice) porque directamente -igual que a todos nosotros- se los descuentan de sus cheques ya que presentaron una "green card" y un "social security" falsos... pero nunca reciben ni recibirán "refund" alguno, ni jubilación ni nada. Porque ésa es la conclusión infeliz: no tienen ningún derecho, sólo un privilegio: el trabajo excesivo que pone leche, queso, crema, mantequilla, yogurt en nuestras neveras y mesas.
No digo que todos los "paisas" sean santos, héroes, no los estoy idealizando. Pero son personas que tenían una historia, una familia, una comunidad, un pueblo, un hogar, una personalidad, un trabajo, una vida, derechos civiles en su lugar de origen, y que al cruzar la frontera perdieron todo eso en un segundo. Son personas también que sostienen dos economías: la del país de origen y la del país en que generan el producto. Son PERSONAS.
Y son de los nuestros, con papeles o sin papeles. No hay diferencia entre ellos y nosotros. O sí, sí la hay: tú y yo recibimos la residencia, el permiso de trabajar, la ciudadanía por puro golpe de suerte, ya fuera porque llegamos como estudiantes becados cuya universidad nos tramitó documentos, o porque nos casamos con un estadounidense, o porque nuestra profesión estaba catalogada como necesaria, o por lo que fuera que fuese... pero ellos están aquí porque tal suerte no se les concedió sino que tuvieron que jugarse el alma y el cuerpo para buscarla. ¿Quién tiene, entonces, más derecho al trabajo, a las famosas "oportunidades" de las que tanto alardean los de este país, al cacareado "sueño americano"? Yo voto por ellos, yo los admiro, yo sinceramente me quito el sombrero cada vez que escucho su travesía, sé de sus dificultades, los veo luchando día a día. Son pioneros. Están abriendo caminos, el paso a otros. Lo hacen por sus hijos, por sus padres, por sus hermanos. Son héroes.
irma.
(La foto es de la colección "The Golden Cage" de Caleb Kenna)
3 comentarios:
Gracias por compartir tu conocimiento y opinion sobre los trabajadores en las granjas de Vermont. Es doloroso ver como viven estos paisanos, privados de libertad. Y a pesar de eso siguen viniendo. Sera que la "Jaula Dorada" es mejor que lo que su pais les ofrece? Me gustaria que nos contaras un poco mas sobre el lugar de donde vienen estos paisanos y porque se deciden a venir y vivir esta vida. Que los motiva?
Las fotografias de The Golden Cage son increibles. Cuando mire su sitio web y vi la foto que subiste al blog en tamano mas grande, me di cuenta que lo que cuelga al costado de la trabajodora es un BEBE!!!
La mujer de la foto tiene 4 hijos, y el que está colgando al lado, mientras trabaja, tiene ahora casi dos años... la familia está en proceso de deportación.
Cuando vuelva de México, a mediados de enero, podría asistir a una de sus reuniones de los viernes y comentarles más sobre estos trabajadores, sus vidas, sus necesidades, y posiblemente formas en que podamos echarles la mano :)
irma
Claro Irma! Te esperamos. Que dolor para esta familia que los deporten. Fue a raiz de esta ultima racia?
Que pena.
Pues claro que te esperamos en algun evento de la comunidad para conocerte y nos cuentes mas.
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